Ajustes para la boda

- Oh porsupuesto que lo deseas, te mueres de ganas...ups ya estas muerto...

Siguió tachando los nombres necesarios que ocuparian las mesas de su boda, bostezó mirandole por encima del papales, ooh estaba de tan buen humor ultimadamente que no permitiria que esa cucaracha vestida de encajes le arruinara la existancia.

- Ah! podría ser cualquiera de ambas querido y tu estas taaan amargado, deberias buscarte diversión...quieres hacer un trío con nosotros?, uff no podrías pararte en semanas...


Dijo canturreando con careta sorprendida tapandose la boca de nuevo y mirando a la felina.

- Oh preciosa, diculpame de nuevo, tapate los oidos y olvida las suciedades que estoy diciendo...y tu, porque no te vas de vacacione,s después de que te dejemos en silla de ruedas, querido, puedes irte bien lejos a una playa a gozar del sol que te achicharre tu linda pielesita <3

No decía nada, observando a ambos "caballeros", fulminarse con la mirada e insultandose repetidas veces. Ya estaba acostumbrada a aquellas actitudes por parte del gobernador y, aunque moria de ganas por saltarle encima a esa sanguijuela chupasangre para descobrarse de la última que le había hecho, se contuvo, más por cortesía para con la casa ajena, que por otra cosa.

- No se preocupe gobernador... - Dijo, imitando un tono candoroso - Por mi, pueden seguirse insutando todo el día, igual seguiré disfrutandolo...

Fué anotando los cambios que hacía el gobernador en la lista, reacomodando las mesas en su plano, el cual se veía ahora lleno de rayones y casi incomprensible, mientras observaba los gestosde ambos, especialmente los traumados de Ciel, que casi le daban ganas de reir, casi.

- Oh mesie Ciel, disculpeme si la invitación no le llega, estoy casi segura de que terminará perdiendose en el correo... - Canturreó, suspicaz, al chico vampiro - Pero supongo que usted, siendo una alimaña fastidiosa como trabajo favorito, no dejará de aparecerse, ¿O me equivoco? - Comentó, acidamente, con su rostro angelical.

Escuchó las palabras de la joven gata y sonrió, dejando ver sus largos colmillos nuevamente. Ohhh, si, podia oler el odio que ella sentia desde donde estaba.

-Tranquila, milady. No me agradan las bodas y ya que me he alimentado de usted y de la sangre de la futura esposa no veo motivo alguno para asistir a tan.... Alegre reunion

-fruncio la nariz al decir la palabra alegre, como si hubiera algo anormal en ella.

-Pero quizas vaya a ver al conejo blanco, es tan adorable... ¿No cree usted?

La sangre le hirvió cuando recordó tan "historico" momento. Cada vez sentía más ganas de saltarle encima, de asesinarle, de destazarle parte por parte. Lastima que no estuvieran en otro lado o ya lo habria hecho.

- ¿El conejo blanco? si, es realmente encantador... - Coincidió - Pero seguramente va estarmuy ocupado también repartiendo las invitaciones y ayudandonos con los preparativos, así que no creo que pueda pasar tiempo con usted...

Se sorpendía de que, siendo Mad tan celoso con near, aún no hubiese dicho nada.

Aaaah, la lista era tan larga, mas de lo que se había imaginado, palomeaba y palomeaba a los invitados mientrs distrídamente era testigo d ela conversación de los otros, sobre todo de la escoria que pisaba su piso, tendría que desinfectar después el suelo pisado por aquel no fuera a ser que le diera una infección. Así que había mordido a Chezire tambien. ¿Y pensaba hacerlo con Near?

- Oh así que piensas ponerle tus garras a Near? Así como lo hice yo contigo?

Dejó los papeles y pluma de lado, arqueando una ceja y mirandole con el peor de los desagrados que le eran posible. Aunque sobre Chezire, después tendrpia que hablarlo con ella, no podía creer que aún no s elo hubiese dicho.

- Mi querido Ciel, en verdad...si yo fuera usted no lo haría, le aseguro que si lo hace, voy a encargarme de que se arrepienta, no voy a ser capaz de tener piedad alguna si llega a tocarle, se lo prometo...

Puntualizo, haciendo al menor una reverencia caballerosa, a la promesa que acaba de hacer al enano.

-Precisamente

Respondio con un rintintín, mostrando el menor de los intereses al hecho de que Mad le hubiera mordido. Despues de todo, se lo habia permitido sólo porque quería saber si era un vampiro de verdad, hecho y derecho, peroa pesar de que si le habia mordido... a veces tenía sus dudas.

-Oh, no harás nada de eso -espetó, riendose de su caballerosidad- Si llegué a morder a su prometido y salí indemne, no creo que por saborear a ese encantador conejito llegue a hacerme nada. ¿O es que lo aprecia más que a su prometido, la muñequita de porcelana? Oh, se sentirá tan desdichado...

Pateó la lista, con una expresion traviesa y despectiva. Los bordes de sus ojos se volvian algo oblicuos, dandole una expresion satánica al tiempo que, por la excitacion, sus colmillos se agrandaban hasta rozarle los labios inferiores y su unico ojo visible brillaba de una forma sobrecogedora.

-Deverán disculparme, sé que ambos quieren matarme pero, no sólo no pueden sino que ya me iba.

No le atemorizaba en absoluto la visión del vampiro menor, exhaltado ante la idea de una discusión con Mad, pero en cuanto habló de Near y Ariel de aquella manera, su enojo aumentó. Alisaba los pliegues de su trajecito con tanta fuerza que pudo haberlo roto, mientras intentaba mantener la calma.

- Es una lastima que siga huyendo como un cobarde - Soltó, acidamente, intentando mantener su rostro calmado - Hubieramos tenido una amena charla sobre su conducta infantil... Pero si tiene que irse...

Se levantó, recogiendo la lista que Mad había terminado de acomodar, ya que, al patearla el otro, casi se había roto. Guardó lo que estaba listo, dejandole el resto al gobernador, mientras se dirigía al otro, y en un rpaido movimiento estuvo tras el, pasando sus uñas por la espalda ajena.

- Aunque si decide dar rienda suelta a sus instintos y llega a tocar a Near o a Ariel de nuevo, me temo que no estará el gobernador para que intente calmar las cosas... Y no seré tan amable como la vez anterior, ¿Si me comprende?

Sus ojos brillaban ya, no ambarinos, sino naranja intenso, casi rojos. Volvió a tomar asiento, sin mucho esfuerzo, en su antiguo lugar, sin quitarle la vista al vampiro menor.

- Oh eso es cosa que a usted no le interesa, queridito...

Afirmó una vez más, mirando despectivo las acciones y burlas del mocoso, no toleraba que estuviese en su casa, bien podría desquitarse de las dos veces anteriores y la que planeaba hacer.

- Porque no se queda un rato más y le toma la plabra a la dama? Podriamos platicar muchisimas cosas, jugar un buen rato...

Le tomó de los hombros con una descarada sonrisa y una mirada semejante a la de la felina, dirigiendole a esta ultima una mirada de complicidad antes de que se fuera a su asiento.

- Ten cuidado Ciel...no es bueno jugar con adultos...

-¿Deberia, verdad? Pero que me vea como un niño no quiere decir que sea uno

Respondió en el mismo tono, sin dejar de sonreir.

-Pero ahyora que lo pienso un niño huiria.... O se desquitaría con la dama por sus rasguños. Humm, ¿qué hacer?

Sin perder tiempo, se transformó en gato como laprimera vez que los vio, escapando asi del agarre de Mad, y saltó hasta la ventana más cercana.

-Quizás será la próxima vez -se escuchó su voz,l aunque el gato no movia los labios- Aún tengo mucha gente a la que pervertir y varios niños lindos que morder. Y mi actual amante me espera, no le gusta que llegue tarde. Hasta pronto!

Un ultimo graznido felino y desaparecio por la ventana, corriendo sobre el cesped.

Mientras Ciel hablaba había ido poniendose en pie lentamente, mas sin embargo, no pudo atrparlo ya que el otro, transformandose en un gato negro, se escurrió de las manos de ambos, saltando por la ventana. Volvió a sentarse, soltando un bufido de indignación, mientras sus ojos comenzaban a volver a su tonalidad ambarina.

- No puedo creer que todavía ose convertirse en gato... - Espetó - Me siento insultada... ¬¬ - Replicó, soltando un resoplido mientras cruzaba sus brazos en el pecho en un gesto infantil.

- Agh!

Gruó haciendo uecas de desprecio con las manos, pateandose el mueble más cercana.

- Que buena manera de hacer rabiar a la gente - - Lo detesto...

Suspiró intentando calamrse a si mismo mientrs miraba a la chica con uan sonrisa divertida.

-Jaja, oh querida, tu eres la unica gatita linda de todo wonderland, sabes que si, no hace falta siquiera decirlo ;D

- Awwwww, Gracias :3

Se calmó, alisando de nuevo los holanes de su vestido. Era un impulso compulsivo xD. Tomó algunos bocadillos que se encontraban sobre la mesa y que la sanguijuela no había infectado, comiendo uno, gustosa. Luego miró al gobernador.

- La proxima vez que aparezca lo matare ¬¬ ¡Y no me detendran! >_<

- Oooh y yo te lo agradeceria por siempre!

Le dijo con seguridad asintiendole con la cabeza y volviendo a sentarse en su sillon.

- Ah, te imaginas si se aparecuece en mi boda? La va a arruinar querida!....y si toca a Near...aagh...Y no puedo creer que no me dijeras lo que te hizo a ti! Me tiene muy triste eso, linda...

- ¿A mi? ¿Eso? No le prestes atención...

La verdad era que no había querido decirle nada para no preocuparle, además de que había sido "voluntario", pero que mas daba, igual había bebido de Ariel que era lo que quería lograr al final así que, ¿Que mas daba su "sacrificio"?

- No puedes creer todo lo que dice esa sanguijuela... ¬¬ - Dijo, tratando de desviar la atención del sombrerero.

- Oh desgraciadamente, sé que no mentía, querida!

Arqueó la ceja, tomandose la taza entre manos sorbiendole los ultimos ratros de té, ya frió y el azucarado borde.

- Tampoco puedes mentirme tu...nos conocemos bastante y además creo que no es de sus talentos mademoiselle...ah? Lo vas a negar?...Debiste decirmelo...

- Es que no fue como lo imaginas... - Admitió, al final, derrotada.

Después de todo, por mucho que le desagradara admitirlo, MAd y Ciel eran ambos vampiros, no podían metirse. Soltó un suspiro. Realmente lo último que hubiera querido era decirselo a Mad. Ya había tenido bastante con Ariel, para también tener que soportar el melodramatismo del gobernador.

- Ademas... No quería que te molestaras... - Admitió, jugueteando con la taza entre las manos, de dos finos y uñas largas pintadas de violeta.

- Pero no me habría molestado contigo...creo...

Lamió los bordes de su taza, mirandole de reojo.

- Solo si te hubieses ofrecido...pero creoq ue no eres tan tonta como para haber hecho algo así, sabiendo que pudimos haber ido a ayudarte, en el momento en que llamases...

Asintió con la cabeza mirandole con perspicacia, cubriendose los gestos con la taza.

- No?

- Esque?

Dejó la taza sobre la mesita, mirandole certeramente a los ojos, los cuales le trataba de ocultar.

- No podemos morir, porque ya lo estamos, pero el hecho de que alguien más venga a ponerle las manos encima a quienes...por así decirlo "me pertenencen"...no es algo que pueda tolerar tan facilmente, sobre todo porque yo jamás a pesar de poderlo hacer...

Dijo con voz pausada, mirando hacia la ventana.

- Por so no lo puedo tolerar, por eso me causa tanta rabia la presencia de esa aberración en este lugar...

Prefirió mantener el silencio o acabaría haciendo un berrinche frente a la otra, no es que no los hubiese presenciado anteriormente, pero sabía que no ganaría nada, aquel se había alido con la suya dos veces antes y temía que lo volviera hacer...y si lo hacía con quien faltaba, no sabía si podría controlarse.

- Oh pero querida, a tus años ya no estas en condiciones de tener esos impulsos...

Dijo con aparentada tranquilidad mientras miraba a la dama, se obligó a ponerse d epie y pararse frente a ella, tomarle la manos.

- Fuiste muy estupida, linda...pero no podemos quedarnos asi, de ninguna manera...

- ¿Insinua que estoy vieja? - Inquiró, intentando cambiar de tema, mientras se limpiaba las lágrimas en un esfuerzo por sonreir.

Conocía lo suficiente a Mad como para saber que, de haberlo querido, hubiera formado un berrinche, destrozado todo cuanto había a su paso, y aún así, seguir de malhumor, por lo que supuso que se controlaba. Hizo un esfuerzo para hacer lo propio, sintiendo como el otro le tomaba de las manos. Levantó la mirada observando el rostro, aparentemente calmo, del gobernador. La unica persona en la que confiaba, con quien podía desahogarse tranquila sin preocupar a nadie. Tenía razón. Agachó las orejas, mientras su cola se enroscaba alrededor de su brazo.

- ¿Y que haremos entonces? - Preguntó, intentando que su voz sonara suave, de nuevo, y no alterada como hacía poco.

- Oh linda, pero si lo estas no es insinuación...o.ó

Le espetó malhumorado, exhalando un prfundo suspiro.

-Debemos deshacernos de él...no sé como porque a pesar d eloq ue he intentado, se niega a irse el muy infeliz..

Dijo finalmente con voz notoriamente molesta

- ¡Yo no estoy vieja! >_< - Refunfuñó la felina, con voz aguda.

A pesar de lo enojada de la voz ajena, no pudo evitar reaccionar así. Siempre se le hacía sencible el tema de su edad. Le gustaban los cumpleaños, pero no que le dijeran vieja, y eso le realteró. Soltó un suspiro intentando calmarse, con la venita de la sien hinchada.

- ¿Y no podemos simplemente matarlo? - Cuestionó - ¿O es que acaso no hay nada que mate a un vampiro? ¬¬

- Esta bien...tranquila por dios...

Se encogió d ehombros, suspirando, e intentando calmarse.

- Oh...y si luego intentas matarme a mí? Sería muy triste, linda...

Se hizo en ofendido caminando hacia su ventanal, con expresión pensativa.

- La verdad...esque no tengo idea...soy un pésimo vampiro...

Encogiendose de hambor habló quitado de la pena.