Casa de Nate

-¿Pareja?

Observó a Nate levantarse y revolver cosas en la estanteria ¿Que estaría buscando? Mientras lo esperaba se preguntaba ¿Qué los volvia parejas? Supuestamente las parejas se casaban o vivian juntas y usaban algo que las distinguia, no? ¿y que deberia de hacer siendo la pareja de Nate?

Cuando el otro volvio y vio esa cosa brillante entre sus manos, no pudo sino sonreirle, admirando al objeto. Era tan bonito, mucho más que cualquier anillo que hubiera visto nunca.

-No pensaba olvidarlo, nate -dijo, pero igual se puso la cadebna y volvio a abrazarle- ¿Y que debo hacer ahora que soy tu pareja?

- Pues la verdad... - Comenzó a pensarlo, mientras le acariciaba el cabello - Pues, te quedaras aqui conmigo, viviremos juntos, y tendras que hacerme cariñitos tambien - Sugirió, besandole la frente.

Se le veía preciosa la cadena. Recordaba que hace mucho tiempo se la habían dado, y la guardaba para una ocasión especial, para alguien especial. ¿Y quien más especial sino su hermoso angel rubio? Continuaba acariciando su cabello, observando sus angelicales y adorables facciones. Era, definitivamente, toda una suerte haber conseguido a alguien como el, y ahora no lo dejaría escapar. Le sonrió.

- Aunque debo advertirte que no se cocinar muy bien, por eso es que casi nunca estoy en casa - Le advirtio - Por lo que, para que no mueras de hambre, vendras a la tienda conmigo, ¿Quieres? n_n - Preguntó.

-Eso esta bien ^_^ -asintio con una gran sonrisa, acercando la cabeza hacia la mano de Nate. Como siempre, sus mejillas enrojecieron ante el beso, que se veia más intimo que el acto sexual- Suena lindo n//n

Comenzó a jugar con la cadena, mirandola con ojos brillantes. Se sentia bien pertenecer a una sola persona en vez de a varias... Estar ahi con la persona que más lo queria y a quien más queria, simplemente no podia perderselo. Si no lo vivio ebn vida, no iba a dejarlo pasar en la muerte. Le devolvio la sonrisan y se recosto de espaldas contra su pecho, aprovechando para sacarse las medias negras de encaje.

-Esta bien. Trataré de aprender a cocinar yo tambien, pondre mucho esfuerzo! Y te ayudare en lo de la tienda, incluso vere formas de hacer que te aparezcan más clientes. ¿que dices?

- Bueno, jeje, si eso quieres - dijo, sonriendo levemente - Pero no estas obligado, claro esta...

Le dejó que se acomodara a su gusto, rodeandole la cintura con sus brazos, cobijandolo con su cuerpo en el ambiente de la habitación. Cerró los ojos, apoyando su mejilla contra la piel del rubio. Se sentía delicioso, le calmaba y le relajaba a la vez.

- Aunque bueno, supongo que si tendremos que aprender a cocinar ahora que somos dos, ¿No crees? - bromeó.

-¡Ssiiiii~! x3

Exclamó, contento como unas pascuas mientras palmeaba ambas manos y le daba besos en la mejilla. Iba a ser tan divertido estar junto a Nate y, tal vez le costara aprender a cocinar, pero si podia aprender las artes de geisho podia con eso, estaba seguro.

Además...

-Además te tendré siempre para mi -le dijo a Nate, llenandole la cara de besos- Siempre, siempre, siempre! Podre dormir contigo todos los dias, y verte a todas horas, acompañarte al trabaaajo, ¡Y tambien, y tambien! n///////n ¡Ah! ¿podemos tener una mascota? ¿si? ¿Una chiquita? Prometo que la cuidare bien!

- ¿una mascota? -.o - Abrió uno de sus ojos, mirandole - La verdad es ue no me va bien con las mascotas, siempre mueren - Admitió, apesumbrado, soltando un suspiro - Pero si la quieres pedo comprartela, pero que no sea muy grande... Ni que le dejes en la sala como al peluche - Bromeó.

Recibió sus besos en la mejilla, devolviendoselos luego como picos en los labios, sosteniendole de los hombros para poderle controlar, antes de separarse para poder respira de nuevo con calma.

- Pero bueno, si eso quieres, por mi, todo es tuyo n_n - Afirmó con seguridad.

-¿Aqui pueden morirse las mascotas? o.o

Pregunto visiblemente impresionado. Siempre se habia creido que las mascotas no podían morirse en Wonderland, sin embargo, una enorme sonrisa infantil se extendio por su rostro cuando dijo que sí.

-¡Siii! -volvio a gritar, yendo a abrazarle arrojandose sobre él , cayendo los dos en la cama cuan largos eran- Lo prometo! La cuidaré muy, muy bien! La cuidare tanto como tu me cuidas a mi. Y también cuidaré de la casa cuando tu no estes y ¿ya te dije que aprenderé a cocinar?

Le habian dicho que dejar el mundo de los geishos era horrible pero, la verdad, prefería mil veces estar con Nate.

-Te quiero muuucho -afirmó, besandole el pecho con ganas- Mucho, mucho!

- Pues... - Lo meditó un momento - La verdad no tengo idea. En realidad, me referia a las que tuve cuando estaba vivo pero, si aplicamos nuestra logica comun a la de las mascotas, supongo que ellas tampoco pueden morir- Señaló, como intentando convencerse de sus propias palabras - Solo no compres una iguana ¬¬ - Le advirtió - Son asquerosas > >

Por culpa del impulsivo abrazo ajeno, ambos terminaron de nuevo sobre la cama, por suerte esta vez, con invertidas posiciones, o aquello habria resultado en otra cosa. Soltó una risita al verlo actuar tan infantil, llevó una mano a sus cabellos rubios, despeinandolo mientras le sonreia.

- Yo tambien te quiero mucho pequeño - Le aseguró, sintiendo leves escalofrios por sus delicados besos - Y te prometo te cuidare mucho n_n - Dijoo, besandole el cabello.

-Juju! n___n

La sonrisa de Pico era amplía y brillante, igual que sus ojor verdes iluminados. Tenian ahora una chispa risueña, que antes no habian tenido, fruto del cariño que sentía por su actual pareja.

Se recostó suavemente sobre el pecho de Nate, llenandolo de tiernos besitos y mimos amorosos que no le habia hecho a nadie en mucho tiempo, siempre abrazandole y sonriendole con sumo afecto.

-¿Una iguana? -dijo, poniendo cara de asco- Noo! Son asquerosas y feas! >.< ¿Sabías que asienten con la cabeza cuando se enfadan y que muerden fuerte? ¡Ah! Y tambien tienen la sangre fría, por eso se ponen al sol -sí, pico sabia de esas cosas, y le encantaba demostrarlo- ¿Que tal un conejito? ¿Uno chiquito? Me gustan los que son blancos de ojos rojos *.*

Echado a su lado, siguio besandole.

-Ya sé que me quieres. ¿Yo ya te dije que te quiero, no?

- Si, mucho - Dijo, tambien riendo divertido, dejandose mimar por el pequeño rubio en sus brazos.

Mientras tanto, sus manos permanecían en la cintura ajena, acariciando toda la piel suave de su cuerpecito bronceado. A pesar de que ambos se encontraban desnudos, al parecer la ansiedad de sus cuerpos les había dejado respirar por un rato, por lo que ahora lo hacía con suma ternura.

- Oye lo de las iguanas, bueno, no sabía lo primero, pero lo segundo si - Confesó - ¡La iguana de mi tía me mordio! ò_ó Aun tengo la marca ¬¬ - Soltó un suspiro, intentando olvidarlo, pensando en la idea del conejito - ¿Ojos rojos? ¡Entonces sera un conejo vampiro! -Exclamó, en broma, guiñandole un ojos mientras reia.

Le encantaban esas caricias tan lindas y cariñosas, a las cuales se dejaba como si no tuviera voluntad. Ah, podria estar asi siempre! pensaba pico, demasiado feliz con la suerte que tenía.

-¿Lo sabias? -exclamó, mriandole a los ojos- ¿Te... te mordio? ¿La iguana te mordio? -y, aunque lo intento, incluso escondió la cara de los ojos de Nate y apretó los labios con fuerza. Emitió ruiditos al principio, llenandosele los ojos de lagrimas, cuando no pudo soportar más y estalló en una firme carcajada infantil que acudió sus hombros.

-Go... gomene -se reia y hablaba, llorando de risa- ¡Pero...! ¡Te mordio! Jajajaja, no puede ser, la iguana te mordio! jaja... aah, no, no puedo. Me duele el estomago... xD- Rio con mas fuerza ante lo del conejo vampiro, abrazandole ahora- Conejo vampiro? Siii! voy a chuparte la sangreee.

Dijo y se le echo al cuello mordiendole con los labios, imitando a los vampiros.

Le miro extrañado cuando oculto la cara en su pecho. ¿Acaso habia dicho algo malo? Al posar sus manos sobre los hombros ajenos, notó que temblaba, lo que le hizo preocuparse aún más. Sin embargo, al notar como se reia, se relajó, comenzando al poco tiempo a reir tambien.

- ¡Oye! Tu lo dijiste xD - Le reclamó - Además, eso duele, jaja xD

Lo recibió en sus brazos cuando le calló encima, sintiendo leves escalofrios cuando el otro comenzo a hacerle aquello en el cuello, calmando su risa. Aquello le recordaba a otra persona... Una que no tenía similitud alguna con Pico, a pesar de tener al igual un cuerpo pequeño y atractivo. No, no podía comparar a su hermoso rubio con ese ser. Le tomó la cintura, esbozando una leve sonrisa.

- No, no puedes hacer eso pequeño - Le bromeó, aunque en su interior fuera totalmente serio - No te queda nada bien el papel de vampiro, eres demasiado inocente - Dijo, apretando su cintura - ¿Por que mejor no vuelves al conejo? - Sugirió.

-Ñam,ñam

Decia, mordiendole con los labios sin poner mucha fuerza. Se quedo tildado con lo de inocente, puesél no creia que un geisho pudiera serlo.

-¿Soy inocente? -pregunto, sentado sobre el vientre del mayor. Sonrio con lo del conejo y asintip con la cabeza-Si! Entonces seré un conejo que tiene un conejo de mascota...Ah,pero no tengo orejas, ni cola,ni pelo suave... No puedo ser conejo =( A menos que tenga un disfraz *_*

- Oh si, mucho - Dijo, dandole un pequeño beso en el maxilar - Te ves mucho muy inocente, aunque seas geisho - Admitió - Y eso me gusta mucho de ti ^^

Cuando se sentó en su vientre, no pudo evitar contener la respiración por un momento, pensando que aquello haría reaccionar su cuerpo nuevamente pero, al darse cuenta de que no, le tomó tranquilamente la cintura.

- ¿Quieres un disfraz? - Le preguntó , divertido - Sabes que podría hacerte uno, pero luego tendria dos conejitos a quienes darles de comer zanahoria todo el dia xD - Bromeó - Pero al menos tendre uno para domir en la noches, ¿verdad? - Inquirió, seductor, de manera inconciente.

Pico sonrió y enrojeció de placer, todo al mismo tiempo, por el lindo cumplido que le habia hecho. Solto una risita de conejo y, asi sentado sobre él, se inclino un poco para rozar sus labios con los ajenos en una especie de beso.

-Arigato -dijo, acariciandole el pecho con las manos- ¡Sii! Un dis-fraz *__* Quiero uno, ¿lo harias para mi? Onegaaai -no tuvo que rogar mucho, pues Nate enseguida se lo ofrecio. Otra vez enrojeció ante los comentarios de su pareja y se pregunto si de verdad era inocente como él decía.

Decidió inclinarse un poco más sobre él.

-Si, me tendras para dormir pegadito a tí. Pero yo no como zanahorias... prefiero comerte a ti todos los dias -susurro, mordiendole un poquito el labio inferior y se sorprendió a sí mismo por decir esas cosas.

Cuando el otro le rozó, mordio su labio con picardía, sosteniendole de la cintura con mas fuerza, embobado con todos sus sutiles movimientos, que le seducian, le encantaban como si fuera un serpiente. Cuando se inclinó mas sobre él, le soltó por consideración, aunque no pudo evitar que un estremecimiento le recorriera al el morderle el labio inferior.

- ¿A mi? - Inquirió, continuandole el juego - Pero despues te aburriras, uno se aburre de la misma comida siempre - Señaló, en broma - Aunque... Si tu quisieras, podrias probar diferente todos los dias... - Dijo, lamiendo sus labios, disfrutando de ver el enrojecimiento de su rostro.

-Síi ~

Respondio sintiendo, por priemera vez, un poco de pudor. Le rio la broma y ya sin poder dejar el juego de lado tambien comenzo a lamerle los labios.

-Yo jamas me aburriría de Nate -dijo, pensando que bastantes diferentes había tenido ya en su trabajo de geisho- Me encantaría comer Nate a todas horas, todos los dias -ronroneó, fregandole el pecho con las manos y su propio cuerpo.

-¿Nate se aburritria de comerme a mi? -pregunto, bajando lentamente a lamerle el cuello.

- N-no... por supuesto que no... - Dijo, sintiendo un escalofrio, cerrando los ojos para ejarse llevar por el embriagador aroma del cuerpo ajeno - Te comería todos los dias y no me aburriria - Aseguró.

Las manos en la estrecha cintura ajena, comenzarona subir, acariciando su torso, temblando deliciosamente ante las ajenas provocaciones. Era una delicia el sentir como lo torturaba de aquella manera; sus delgados labios junto con su lengua, acariciabana su cuello mientras sus manos se desplzaban por sus pectorales, haciendole temblar aun más.

- P-pero... ya sabes que no podemos comer todo el dia... O nos quedaremos sin dinero - Bromeó, antes de ahogar un gemido por sus acciones, sintiendo la descarga en su espalda - mghnmm...

-Mmn, ¿seguro que no te aburrirías?

Susurró sensualmente, dando largas lamidas por todo su cuello al que prodigó también unas mordidas. Aspiro hondamente el perfume de Nate, bajando despacito hasta la clavícula que comenzó a mordisquear, sintiendo el hueso. Sus manos subian y bajaban por el pecho escultural del mayor, acariciando la aureola de los pezones, sintiendose tremendamente bien al provocarle esos temblores.

-Pero yo quiero comer todos los diaas -rezongó, acariciandole la punta de un pezon- Me encargaré de que no nos quedemos sin dinero, si? Mnh..

- No, estoy seguro de que no - Dijo, muy confiado, estremeciendose por sus caricias.

Por un momento, quería dejarse hacer en manos del rubio, saber que se sentía no ser tan impulsivo y dejarse doblegar entre sus habiles manitas, que sabían el punto exacto donde acariciarle. Se mordió el labio, conteniendo un ruido, cuando el otro mordió su clavicula, sin embargo, no pudo hacer lo mismo con el estremecimiento a causa de los dedos en su pezon.

- B-bueno, si tu te encargaras de eso... sin volver a la Okiya... n-no tengo problema - Aseguró, tartamudeando por aguantar las ganas de jadear.

-No volveré a la Okiya, Nate.

Aseguró firmemente, todavía lamiendo y mordiendo su piel. Sus dedos que acariciaban las aureolas comenzaron a jujar con los pezones, apenas si fregandoles la punta hasta erectarlos bien mientras que su lengua descendia por entre sus pectorales. que él recordara, era la primera vez que tomaba la iniciativa y tenia el control, por esto decidio poner todo su empeño en hacerle sentir bien y en torturarle de la forma ás deliciosa posible.

A lenguetazos, se diriguió al pezon de la derecha, pellizcando el otro entre sus dedos. Fue lamiendo apenas la aureola, muy suavemente, y poco a poco dio golpecitos en la punta del pezon con la punta de su lengua humeda y tibia hasta que este se erecto lo suficiente como para morderlo con los labios y lamerlo entero por dentro. Poco despues comenzo a chuparlo, usando la mano libre para recorrerle el estomago y rasguñarle apenas, bajando hasta acariciarle los muslos e introducir una rodilla entre las piernas ajenas, masajeandole suavemente las ingles.

-Mmh...mh!

- E-eso espero... Ahhh!

Cerró los ojos al sentir como jugueteaba con sus pezones, pellizcandolos con sus dedos, y luego torturandolos con su lengua de manera deliciosa y tortuosa a la vez, mientras sus manos acariciaban su abdomen a la par que le razguñaban. Era una sensacion deliciosa. Llevó sus manos al cabello del rubio, enredando ahi sus dedos, mientras su respiración se sofocaba.

- Pico... mhnmm... Lo haces... muy bien... - Jadeó, excitado de sus acciones.

Arqueó la espalda levemente, acercando mas el pecho a aquella boca que lo torturaba, cuando sintió la ajena rodilla en su entrepierna, masajeando sus ingles de manera que le excitaba cada vez más. Inconsientemente, movía mas aquella erogena zona, disfrutando del contacto, perdido en las sensaciones.

-Aah -gimió por lo bajo, presionando solo con la rodilla un poquito más mientras que chupaba ahora más fieramente su pezon. Lo tironeo con los dientes, pasandole las uñas por el vientre mientras le tiraba del otro pezon con los dedos- ¿Qué tan bien?

Le encantaba ser el dominante, poder moldear a Nate a su antojo y hacerle sentir tanto placer como le hacia sentir a él. fue al otro pezon, dandole exactamente el mismo trato que al anteros mientras sus dedos se paseaban por los recovecos de cada musculo de su estómago, bajando a rasguñarle los muslos.

-¿Te gusta? -dijo, alejandose apenas de su pezxon con la lengua, dejando caer gotitas de saliva en el antes de volver a chupar.

- M-muy bien... - Jadeó, sin pensarlo demasiado.

Al parecer, ceder de vez en cuando tenía su recompensa, en especial cuando el rubio le recompensaba ta deliciosamente, sintiendo cada unos de sus toques como intensas descargas electricas que hacían estremcer todo su cuerpo del más carnal deseo y del mas intenso placer.

- Ahh... Pico... - Gimió, mordiendo su labio inferior - Si... me gusta... mucho... mas... por favor... mas... - Pidió, delirante.

Las manos en lso cabellos del rubio se deslizaron hasta su espalda, razguñando su espalda a la par que el otro hacía lo mismo con sus muslos, haciendole estremcer cuando se separó, pero luego continuó de la misma manera al er como reanudaba su tarea, estremeciendose entre sus brazos, mientras sus manos acariciaban toda la extension de piel que le era posible.

-Mmhg, mmh.

Dejaba oír esos dulces ruiditos placenteros, torturando así los pezones de Nate. Quería hacerlo gemir, delirar, hacerle sewntir tan condenamente bien como él lo hacía hasta el punto de que todo se desdibujaba y nada más le importaba. Por ello, se separó lentamente de sus pezones pero sin dejar de atenderlos con las manos, y guió su lengua a travez del laberinto que eran ls musculos del vietre ajeno, recorriendo, lamiendo, llegando al ombligo.

-Nnngh -le dejó oir, metiendo la lengua dentro. Dandole golpecitos, seguia pelliscando sus pezones. Metia la lengua, haciendola girar, luego chupaba y la retiraba, alzandose sobre Nate con la cara roja y los labios humedos para ír a besarle- Quiero hacerte sentir... tal y como tu me haces sentir a mí.

Le dijo, besamdole una vez más antes de volver a descender. Sólo quería hacerle delirar del mismo modo, ponerle tal y como Nate le ponía a él, a mil kMxh. Suspirando con sus caricias, le rasguño los muslos con recelo mientras sus labios y su lengua acariciaban sus caderas, descendiendo hasta su pelvis. No tocó su miembro, sólo lo rozo con los labios y le dejó caer su aliento sobre éste, aun era demasiado pronto para eso. Metiendose entre sus piernas le lamió y besó la cara interna de los muslos, yendo hasta sus rodillas, acariciandole apenas el sexo con las yemas de los dedos.

-Amnh, Nate...

Acariciando, rasguñando, bajo incluso hasta lamerle el empeine y los dedos de los pies, conciente de que para los hombres cada dedo era tan sensible como un pene pequeño, y que eso les encantaba.

-Díme como se siente -le pidio, mirandole sonrojado- Quiero saber si te gusta.