Casa de Nate

-¿Mh?

Dijo cuando Nate apareció para su sorpresa, pues lo había creído profundamente dormido. Se sonrojo un poco por el cumplido, y agachó la cabeza sosteniendo el plato entre sus manos con una sonrisa complacida por el cumplido.

-Gracias, Nate. -Aceptó su beso, sonriendole tan cariñosamente como no lo habia hecho en años- Intentaba hacerte el desayuno, pero creo que no puedo... Sólo sé cocinar curry y no es bueno comerlo apenas despiertas. ¿Me ayudas?

Preguntó, mirandole con los ojitos de cachorro. La verdad era que quería que su primer desayuno fuera con Nate, asique negó con la cabeza ante eso de desayunar fuera de la casa.

-Podemos almorzar afuera si quieres. -propuso, sonriendole.

- Como tu quieras - Dijo, tomando el plato que el rubio tenia entre las manos, y dejandolo sobre el meson - Lo que quieras para mi esta bien n_n - Dijo, sonriendole.

Lo tomó dela cintura, sentandole sobre el meson junto al fregadero, le dio un suave beso, antes de ir a inspeccionar la nevera, la cual tenía justo lo necesario para cocinar lo que pensaba, sonrio levemente antes de empezar a sacar todo.

- Espero te guste - Añadió - Aunque yo tampoco se cocinar muchas cosas, espero que no seas alergico a nada... ¿O se puede no ser alergico cuando uno esta muerto? o.o - Preguntó, pensandolo de repente - Bueno, supongo que no, jaja xD

Sacó una tabla de picar y con un cuchillo enorme comenzó a picar en cuadritos muy pequeños el tomate, el cebollin y la salchicha.

- Aunque esto será mas del occidente que los desayunos orientales, jeje - Añadió, sonriendole.

Se sorprendio de que pudiera sentarlo tan facilmente en el mesón, más se dejó hacer observando las cosas que Nate hacía con suma curiosidad. Nunca había visto esa clase de comida y se le antojaba rara, pero el olor que manaba era tan rico que le gruía el estómago.

No pensaba negarse a probar eso.

-Lo probaré contento. -dijo, sonriendole dulcemente- Uno se cansa de comer todos los días lo mismo, ¿no? voy a aprender a cocinar para tí. Ya que yo no trabajaré más es lo menos que puedo hacer... ¡Ya sé! Vamos a conseguir libros de cocina y esas cosas, asi puedo comenzar a practicar hoy. ¿Sí, si, si? *_*

- Bueno, si quieres cuando terminemos de desayunar podemos ir abuscar los libros... La biblioteca no queda muy lejos - Recordó.

Terminó de picar todo y lo echó a sofreir en un sarten, y luego le echó los huevos lo tapó para dejarlo cocinando. Mientras fue a por unos panes y los metió en la tostadora, mientras se iba a buscar algo en la nevera.

- ¿Te gusta el jugo de Naranja? - Preguntó - ¿O quieres algo mas exotico? - Bromeó.

-Esta bien! Es la primera vez que iré a una biblioteca, ¿sabías? -comenzo a bambolear as piernas de un lado al otro, observando a Nate como cocinaba y se iba al refrigerador- ¿Qué es exotico? -pregunto, sin recordar que significaba la palabra- Cualquier cosa estará bien.

La comida comenzaba a oler delicioso, y el estomago le rugia cada vez más. Sonreia de emocion, convencido de que aprenderia a cocinar cosas muy ricas sólo para Nate.

"Así me querrá mas" pensaba, con brillo en los ojos "y no me va a dejar ir nunca, nunca, nunca"

-¿Quieres que aprenda a cocinar algo en particular? Dime, quiero saberlo! Asi te lo preparo seguido cuando regreses del trabajo y te pondras contento ^__^

- ¿Algo en particular? Pues...

Se puso a pensarlo seriamente, mientras sacaba las naranjas y comenzaba a exprimirlas. Que el recordara, no había nada en particular que le gustara demasaido... Excepto esos pastelillos de chocolate que preparaba la asistente de su tia. Era la unica cosa buena que recordaba cuando niño. ¡Eran deliciosos!

- Bien, se que sonara estupio pero... Me gustan los pastelillos de chocolate .///. - Admitió, llevando la jarra de juego a la mesa - Es lo unico que recuerdo que me encatara desde siempre, pero nunca nadie supo preparar los de nueces que eran los que me gustaban - Comentó, como decepcionado.

Cuando las tostadas estuvieron listas, las llevó a la mesa junto con el omelett que sirvió en dos platos y llevó a la mesa tambien. Luego se volvió hacia el rubio con una sonrisa seductora, tendiendole los brazos.

- Desea que lo lleve a la mesa, señorito? - Bromeó.

-¿Pastelitos de chocolate?

Nunca habia oido habalr de ellos, pero bien podía intentarlo. ¿qué tan dificil podíoa ser? Con voluntad y los ingredientes perfectos, seguramente lo podría lograr. Y lo haría con gusto si era algo que su Nate quería tanto.

-En ese caso, yo aprenderé a preparar los pastelitos de chocolate con nuez. Buscaré la receta y practicare mucho, mucho, para poder cocinartelos y que estes feliz ^_^

Cuando Nate sirvio la comida, ese le hizo agua la boca del hambre. Le dolia el estomago de hambre ahora que lo pensaba bien. Más todo eso se le olvido cuando Nate le miro con aquella sonrisa y le tendió los brazos, haciendo que pico le tendiera los suyoas y le hiciera un puchero.

-Por favor...

Sonrió, galante, tomandolo de la cintura hasta alzarlo y pegarlo contra su pecho, mientras le llevaba a la mesa que, aunque no estaba muy lejos, se le hacía lento el rayecto a causa de la especie de vals que Nate le imponía al caminar. Finalmente le dejó acomodado en su silla, yendo el a sentarse en el opuesto lado de la mesa.

- Espero te guste la comida - Dijo, sonriendole - Y no tienes que preocuparte por los pastelillos, yo cocinaré lo que tu me prepares - Aseguró - Soy feliz si tu lo eres n__n

Estió su mano para acariciar la mejilla ajena, y luego la volvió a su lugar, sonriendole.

- Buen provecho - Exclamó, antes de comenzar a comer.

Pico se rió, era imposible no hacerlo mientras "bailaban" pegados uno contra el otro desde el mesón hasta la silla, donde fue depositado delicadamente.

Siguio riendose un poco más, sacandole la lengua al mayor.

-Esta bien. Pero igual aprenderé a cocinar lo que te gusta -inflo los cachetes y le sacó la lengua, tomando el tenedor y un tostado - Buen provecho!

Dijo, y le dio una mordida al omellete.

-¡Esta rico!

- Me alegra que te guste - Exclamó mientras mordia un pedazo de su tostada - No sabía si te gustaria.

Continuó comiendo animado, degustando los toques picosos, pero sabrozos, del omellet gracias a sus ingredientes, junto con el jugo de naranja que le daba un delicioso toque acido. Le miró, divertido.

- No tienes que comertelo todo si no quieres - Advirtió - De todas maneras, hice demasiada comida - Admitió, con una risa.

-No te preocupes. -dijo, todo emocionado mientras comía más- Tengo mucha hambre y me voy a comer todo!

Se bebió un buen trago de jugo, masticando una de las tostadas a la que le ponia pedacitos del omellete que tenía ese sabor tan picosito y raro, aciendole arder la lengua. Se reía por la sensación del picante y el huevo, todo entremezclado. Y más cuando se mezclaba con el jugo de naranja.

Apenas se terminó su ración se sirvió más, sacandole la lengua a Nate para que viera lo roja que estaba.

-Jaja, mida -le decia, con la lengua fuera- fhadesse un passdel de phapas.- siguió comiendo, medio riendose hasta aabar su racion- Me tendras que dar helado luego xDDD

- Bueno, pero tendras que probar otro, eh? - Le dijo, sirvendose también un poco más - Tendras que probar todos los sabores xD

Rellenó ambos vasos de jugo, mientras observaba las manias tan tiernas de su rubio angelito. Era tan infantil, tan inocente a pesar de su anterior trabajo, que todo lo que hacía le parecian reacciones infantiles, pero adorables. Le encantaba.

- Bueno, entonces de aqui a comer helados y luego a la biblioteca, no? - Preguntó, divertido - O primero a la biblioteca y luego a la heladeria? o.ô

-Bueno, esta bien. Pero no recuerdo cuales pedí antes... -pensó, poniendo una expresion seria adorable por unos instantes, antes de beberse el resto de jugo y separar se de la mesa con una sonrisita infantil.

-¡No, no! Primero a la he-la-de-ri-a~. Quiero comer mucho, mucho, helado, y probar los sabores nuevos y... ¡Ah! Yo vi cómo otros niños le ponian salsa o chocolate arriba, también quiero eso x3 -decía, moviendo los brazos como siempre hacia cuando algo le emocionaba- Y luego vamos a la biblioteca a buscar las resetas, despues caminamos un rato y luego... hum, ¿que hacemos luego?.

Preguntó, levantandose rapido para ir a su lado y abrazarle.

-Vamos a la tienda o que?

- Bueno, bueno, primero a la heladeria y luego a la biblioteca - Aceptó - ¿Y luego a la tienda? Hummm... Pensé que querrias ir a almorzar por ahi - Sugirió - ¿No quieres conocer la villas? Realmente resultan un paseo muy hermoso ^^

Le recibió en sus brazos, acomodandoselo en el regazo como a un niño pequeño, le acarició el cabello, y le dió un suave beso en su mejilla.

- Además, esa ropa se te ve muy bien, no tenemos necesidad de ir a la tienda -Bromeó, guiñandole un ojo.

-Ah, cierto que hay que almorzar. -dijo pensativo, agachando la mirada mientras pensaba y se llevaba el pulgar a la boca, acomodandose bien en el regazo de Nate.

Incluso se inclinó, recostando la cabeza en el pecho del mayor mientras le abrazaba, dejandole oir una risita cuando le beso.

-Bueno, ¿entonces podemos comer un helado y almorzar después? Onegaii shimaidesu -suplico, poniendo ojitos de cachorro- ¿Qué son las villas? ¿Me llevaras ahi?

- Claro, ¿no fue eso lo que dije? - Exclamó, sorniendole - Iremos a comer helado y luego pasearemos un rato antes de irnos a almorzar o sino no tendras hambre... - Le recordó, picandole la nariz con un dedo de manera juguetona.

Le encantaba sentir su calidez tan cercana, sus formas, su actiud tan infantil, y su sonrisa que hacía que se le detuviera el corazon. Ese niño se había convertido en su mundo ahora. No dejaría que le pasara nunca nada.

- Bueno y dejaremos las recetas para otro dia - Bromeó, para luego tomarle el mentón y acercar sus rostros - Despues de todo... - susurró, contra sus labios - Tenemos todo el fin de semana para hacerlo - musitó, antes de besarlo.

-¡Haai! ^____^

Con su mas tierna sonrisa, se inclino a darle un beso esquimal y rozar sus narices, riendose tiernamente por los mimos y las palabras de Nate. Cuando estaba con él sentía que podía ser él mismo sin que nada le preocupase y, ahora que estaban juntos oficialmente, que tenia ese dije en su cuello, que habia dejado la okiya y que el nunca le iba a abandonar... Estaba demasiado feliz.

-¿Para otro día? -su exprecion siguio siendo infantil, al menos hasta que sus bocas se acercaron tanto. Ese susurro le hizo estremecer visiblemente- S-sí... es cierto.

Quiso decir algo más pero ese beso, el cual correspondio muy suavemente, rodeando apenas el cuello ajeno con sus bracitos, le hizo olvidarse de todo.

Rodeó su cintura con sus brazos, sintiendose en el limbo cuando sus labios por fin se apoderaron de los ajenos. Era una sensacion intensa, deliciosa, le llenaba por entero el sentirse dueño de aquellos ojos esmeralda que le cautivaban cada vez que posaba la mirada en ellos. Cuando el aliento se les acabó, se separó para dejarle respirar, manteniendo sus frente juntas, acariciandole la mejilla con una mano.

- Entonces... ¿Nos vamos? - Preguntó, sonriendole tenuemente - ¿O tienes un poco menos de prisa? - Lo ultimo lo dijo con acento travieso.

Las manos no se habían apartado de su cintura, pero ahora comenzaban a bajar con movimientos lentos y sutiles, acariciando la suave y fragil piel de los muslos ajenos, de manera lenta pero insinuante.

-Mmh...

Gimió apenas, deshaciendose contra lña boca del mayor en un beso exquisito que le dejó sin aliento cuando terminó. Esos besos... le gustaban tanto quen a veces se opreguntaba como había vivido y no vivido todo ese tiempo sin ellos. No podía pedir más... Cuando Nate lo mimaba y cuando lo besaba con tanto candor todo su cuerpo actuava por si solo, impidiendole pensar.

Especialmente cuando le hablaba con esa voz excitante, tocandole de esa forma exquisita a la que ya se había acostumbrado. Respondió con un jadeo y un suave rubor ncubriendole las mejillas. Él tambien comenzó a acariciarle el pecho, apoyando frente con frente para verle a los ojos.

-No tengo prisa... nada de prisa.

- Eso era lo que quería escuchar... - Susurró, con lascividad.

Volvió a besar, esta vez con más intensidad que antes, deborando sus labios delgados y dulces con una ansiedad inimaginable. A veces le era imposible de creer que pudiera soportar estar tanto tiempo sin su juvenil y deseable cuerpo. Lo levantó con cuidado, manteniendo muy pegado a si, sin separarle, caminando a tientas, hasta que le recostó del sofá de la sala, acomodandose sobre el.

- mghnmm... Pico... - Jadeó el nombre del rubio mientras se separaba de sus labios, casi sin aliento, comenzando a descender por la suave piel de su cuello, mientras sus manos acariciaban sus muslos con suavidad pero sin decoro alguno.

-Nate...mmhg

No dudó en abrazarse a él con fuerza, aceptando el primer beso tan ansioso, húmedo, intenso, que le sacó un gemidito. Pico estaba acostumbrado al sexo, lo había practicado tanto, durante tanto tiempo, que llegó un tiempo en el que se cansó de él y lo hacía por trbajo, sin sentir ninguna emocion o placer. Pero con Nate era distinto. Cada que sus cuerpos se tocaban, se besaban, se rozaban... Un escalofrío le recorría el cuerpo y se excitaba, esperando más.

-Ahmn, Nate... -gimoteó, apenas separándose del cuerpo ajeno. No se dio cuenta de que habían ido hasta el sofá de la sala y no le importaba. Cerró un poco los ojos y volvió a jadear, echando el cuello hacia atrás a la vez que se estremecía, ruborizandose con aquellas caricias- Amh, nhg... Nate, Nate...

Entre gemidos, comenzo a acariciarle el cuerpo entero, buscando acercarle mas.

Se estremecían ante las pequeñas pero expertas manos que recorrian cada rincon de su cuerpo, extasiando su piel, quemandola con cada roce. Cada vez que hacía el amor con aquel pequeño y glorioso rubio, era una sensacion nueva, diferente, extasiante, nuca se había sentido así y era algo extasiante.

- mghnmm...

Soltada suaves jadeos mientras descendia por la ajena piel, deteniendose para retirarle el moño que usaba con los dientes de manera sensual y luego desabrochar la camisa para poder continuar jugando con sus pezones, lamiendolos mordiendolos, succionando de ellos con fuerza hasta dejarlos erectos, mientras las manos en sus muslos no se detenía, subiendo cada vez más.

-Aah... amh...

Jadeó dulce y sensualmente a las acciones del mayor, mordiendose los labios húmedos por los besos mientras que su cuerpo entero temblaba cual hoja al viento. Era fantástico... Nate era fantastico, lo que le provocaba también. Verlo quitarle el moño de esa manera, acarciándole con deseo y amor entremezclados, era más de lo que Pico podía pedir, merecer, y soportar.

-Nnhg... Ah, Nate -gimoteó ahogadamente, alzando el pecho hacia la boca ajena que le colmaba con tan excitantes atenciones. Sintió los pezones erguirsele a la par que su cuerpo enrojecía de placer, respirando agitado- Aahm, cuando tu... me tocas... siento... como si tuviera... fuego dentro. Es tan distinto a antes.

Abrió un poco las piernas para darle espacio, a la vez que sus manos dejaban leves rasguños aquí y allá, bajando lo más que podian para luego volver a subir y colarse hacia su pecho, rozandole los pezones.

Aprovechando que el rubio habia entreabierto las piernas, aprovechó de quitarle las medias negras y la falda, dejandolo totalmente desnudo sobre el sofá, observando la perfeccion de su cuerpo y la tersa suavidad de su piel. Aprovechó de terminarse de quitar el mismo su propia camisa, para poder continuar con las atenciones a aquel juvenil cuerpo.

- mghnmm... Pico... yo tambien... me haces arder... cada vez que me tocas... - Jadeó sobre sus pezones.

Su mano libre se dirigió a sus caderas, bajando una a acariciar sus gluteos con suavidad y un toque de lascivia, mientras su otra mano acariciaba su vientre bajo, muy cerca de su miebro, rozandolo sultimente, mientras abandonaba sus pezones ya erectos para trazar un camino de besos y mordidas en su abdomen, sintiendo como el pequeño cuerpo se estremecía debajo suyo.

- Pico... me provocas... tanto... mghnmmm...

-¡Mmgh!

Sintiendose desnudo sobre el sofá, Pico se limitó a jadear y respirar con cierta dificultad, mordiendose los nudillos de una mano en un intento de esconder los gemidos.

-A-aah, mghm, yo...te provoco... ¿en verdad? Ah, nunca... me había sentido así. Es como... si fuera la primera vez, como si siempre fuera.. especial.

Su otra mano, la que no mordía, se enredaba entre los cabellos ajenos, siguiendo la cabeza del mayor entre los contornos y dibujos que hacía sobre su estómago. Las caricias de Nate le hacían arquear la espalda, tenerlo tan cerca de su miembro... esto era el paraíso.

-¡Amh! -gimio a duras penas, reprimiendose sin saber por qué, mientras que su otra mano subia hasta sus propios pezones para tocarselos y darle un espectaculo a Nate.