En la heladería

-Puees...

La verdad, que ahora le costaba decidirse, pero lo pensó bien y decidio optar por lo seguro: sus favoritos.

-Yo quiero uno triple ^^ de pistacho, sambayon y vainilla! ^___^ Ademas, siempre podemos comernos mas de uno ¿no? -dijo con un brillito en los ojos cuando el heladero le sirvio el suyo, bien grande y repleto de helado hasta el tope- Ñaaam! *_*

-Bueno, es que siempre empiezo pormis favoritos. Teapuesto a que puedo comerme tres más y todos de sabores diferentes. Despues pediré tramontana, chocolate y fresa bañado en chocolatey nueces.

Demasiado contento como para pensar en otro cosa, siguio comiendose el dulce con tantas ganas como siempre.

-¿Verdad que si?Los mejores helados que he probado nunca salen de este lugar. Y dime.. como eres gata, ¿tu lengua no es sensible al frio? -dijo y, depaso, le robo un poquito dehelado- juju ^^

Ariel comía como si nada, hasta que Chezire hizo ese comentario tan... Vergonzoso que se atraganto con algo de helado.

-¿P-piel? Ahh, Chezire, no digas eso! >////< -se limpió la boca con una servilleta- Al menos, no tan alto, mujer... >>

se las arregó para seguir comiendo con la cara cubierta de rojo hasta que se decidio hablar tras un minuto de silencio.

-Sí. Mad es muy enérgico... Mucho.

-No me esperaba menos de tí

Rezongo por lo bajo. Esa aclaración por parte de Chezy estuvo de Más, él ya sabia que nunca habia habido nada entre Mad y ella. Pero luego de pensarlo e imaginandoselos bailando, una sonrisa iluminó su rostro.

Mientras comia el helado, le respondio.

-Lo quiero muchísimo. Me hace enojar a veces y me deja agotado cuando quiere "divertirse", pero lo adoro con todo el corazón. Es como si me hubiera hechizado!

-Aah, pero a veces me hace enojar tanto que...!

Bramó, medio perdido en sus pensamientos hasta escuchar a su gatuna amiga. Sabía que ella estaba conciente de sus constantes peleas y reconciliaciones, y tambien del hecho de que lo quería muchísimo y siempre quería matar a Mad cuando él se deprimia. Por eso le sonrió con toda la dulz<ura del mundo.

-Jaja, ya veras que sí. Mad siempre logra hechizarme incluso aunque no lo planeé. De todos modos, ya estamos arreglando la renovación de la casa y las reglas. No va a habe desayuno inglés todos los días cuando viva con él... terminará rodando y yo con el estómago destrozado xP

No pudo sino reirse a carcajadas ante todo eso. Era imposible.

-¡Por dios! ¿Que tienen todos ustedes con el desayuno? Es la comida más importante del día pero ¡Tomenlo con calma! Ese desayuno que Mad prepara es una bomba al estómago, siento piedras en el estomago cada que me quedo a dormir ahí.

Confesó, todavía mirando entre risas a la felina que lloraba y gimoteaba. Para consolarla, la tomo de la mano y contestó.

-Tranquila, cuando tu y Piedra vayan de visita comeran ese desayuno pesado ale stilo inglés que tanto les usta, no te preocupes.

De nuevo, se rió a carcajadas, contento por ver tan feliz a su gatuna amiga. La verdad era que nunca había pensado en eso de quitarles sus desayunos a todos pero sí de cocinar algo diferente cada cierto tiempo o Mad rodaría y a él tendrían que hacerle una vasosterectomía.

-Ya, ya, tontona. -le tranquilizo, terminandose su propio helado con una sonrisa de satisfaccion- Oh, ¿seria buen gobernador? ¿Crees que deba postularme para el puesto?

Pidió un sundae de vainilla cubierto de chocolate y nueces a la par que su hermana se pedia el banana split, sonriendo tontamente por esas palabras.

-Yo también quiero, apenas si puedo esperar... Pero Mad posterga la fecha cada que puede diciendo que quiere que sea muy especial y el tiempo no alcanza. ¿Tendrá miedo e casarse conmigo¿?

Ariel escucho atentamente todo lo que Chezire le dijo, abriendo mucho los ojos. Bueno, si tenia que ser honesto, no le sorprendia que Mad le tuviera terror al compromiso, aunque él haya insistido en vivir juntos ny ahora estuviera planeando la redecoracion de su casa para poder vivir ambos.

Saboreó el sundae, comiendolo muy lentamente para paladear el sabor a vainilla con el chocolate fundido.

-En verdad es un cobarde -dijo al fin, frunciendo el ceño- ¿Cómo es posible que las cosas cambien? Estamos practicamente casados, vivimos juntos y estamos todo el día juntos. -solto un gran suspiro jugueteando con la cuchara- Tal vez deba suspender la boda. Así el se sentiría mejor, no? No necesito casarme si puedo estar con él.

-Hummm ó.ò ¿Un perrito?

La descripción no estaba del todo alejada, ya que Mad en verdad se comportaba como un perrito en ciertas ocasiones. LO seguía a todas partes, le reclamaba su atención, se ponia mimoso o arisco, siempre que le prestaba atención a otra cosa lloraba y aullaba. Y era muy malcriado, pero había logrado sacarle un par de sus costumbres.

-Es un malcriado, en verdad, pero es muy dificil sacarle esa idea de que luego de casarnos vamos a pelearnos y cosas así. Yo no lo entiendo, la verdad... ¿Cómo podemos llevarnos mal despues de todo los que nos paso, ah? -sonrió, recordando en su fuero interno- Pero tienes razon, no voy a ceder. Ademas, el que me pregunto "¿quieres casarte conmigo?" fue él.