- Pero cielo...si la movemos podría hacerle peor...-Dijo tocando a la dama la frente y luego cubriendola bien, bajandole la falda y acomoandole los tirantes del vestido. - Pero creo que esta bien...solo esta exhausta.
Frunció el seño, siguiendo echando aire al rostro de la rubia mirando a Ariel- ¿Cómo entró alguien así? No puedo creerlo, esos imbéciles cada vez se esmeran menos en la selección, primero ese mounstruo miniatura y ahora este barbaján...-suspiró apesadumbrado.